Damián Perea: “El estigma de la animación como producto infantil es culpa de Disney”
Damián Perea comenzó el proyecto del Festival de Cine de Animación ANIMAYO hace ya trece años. En los últimos siete el festival ha hecho su itinerancia en Lanzarote. Mientras en sus inicios, Perea creció teniendo como único referente a Steven Spielberg y con un camino dificultoso y sin oportunidades para desarrollar su pasión por la animación, ahora ANIMAYO sigue trabajando para generar diferentes sendas para los presentes y futuros creadores canarios.
La que se acaba de desarrollar ha sido la séptima edición de Animayo en Lanzarote: proyecciones, talleres, masterclasses… ¿Tienes la sensación de que el festival ha ido creciendo y está asentado en la isla?
Totalmente. Lanzarote, junto con Los Ángeles, fue el primer itinerante de Animayo. Es una isla a la que siempre le he tenido mucho cariño, incluso llegué a realizar aquí un comercial para Pepsi. Siempre la acogida ha sido muy buena y por eso cada año intentamos deliberadamente crecer en alguna de las actividades. Este año crecimos exponencialmente, tanto en calidad de invitados como en número de talleres. Además, como calificamos para los Oscar, la llegada de cortos este año ha sido inmensa.
En otras ocasiones has dicho que Animayo es un foco de educación de profesionales.
Ahora añadiría que también lo es para el público en general. Puede parecer que hay un sector de la población que ve la animación como algo alejado, pero es todo lo contrario porque la animación es el presente. El prototipo de realidad virtual que se ha presentado en esta edición, la Magic Leap, demuestra que el mundo va a comenzar a ser completamente diferente a lo que estamos acostumbrados. Básicamente se está llegando a un punto en el que se mezcla la realidad con la realidad virtual y esto puede ser aplicado tanto al cine como a los videojuegos. A todo. Incluso en las reuniones de trabajo porque podremos tener una reunión con una persona que esté en Nueva York, pero que al mismo tiempo esté a nuestro lado. Para las Islas Canarias será un cambio tremendo porque ya no nos sentiremos aislados del mundo.
Los medios de los que se disponen para realizar animación, entonces, son cada vez más amplios. ¿Son los trabajos cada vez mejores?
Uno de los objetivos que nos marcamos al iniciar el proyecto fue el de desarrollar las inteligencias funcionales en niños. Ahora esos niños siguen formándose y seguimos en el proceso de crear esa masa crítica que juzgue el trabajo que se hace. Un día alguien preguntará por qué hay tantos pibes que hacen animación en Lanzarote y la respuesta será que ha habido una causa-efecto. El ejemplo lo tenemos en Gran Canaria, donde ya llevamos trece ediciones y donde los chicos que comenzaron a fijarse en la animación en aquel momento ya están trabajando en la industria. Ahora hay empresas que vienen a Canarias a buscar empleados e instalarse. Dentro de diez años habrá directores, productoras, animadores de Canarias en el mundo y esto será resultado del trabajo que hemos estado haciendo. Por eso nació Animayo, para crear oportunidades que no existían cuando empecé.
¿El público se va desquitando de esa visión de la animación como un producto meramente infantil?
Ese ha sido siempre el estigma de la animación y esto es culpa de Disney. Disney logró que la animación fuera algo universal, llevó la animación a todos lados. Lo que pasa es que por un lado está muy bien porque amplió el alcance, pero por otro hizo crear en el público el concepto de que la animación va ligada a los niños y a la familia. Hoy día, la animación es todo: cine, videojuegos, publicidad, cinemática, realidad virtual… Con festivales como este, cada vez se puede ir cultivando más al público. Un ejemplo claro es que en el primer año del festival el premio del público fue un corto un poco chorra, pero ya los dos últimos premios del público son dos cortos alucinantes, mejores incluso que los que han sido premiados por el jurado. Llega un día en el que ya sabes juzgar lo que estás viendo y eso es lo que está pasando.
¿Se ve también una evolución en cuanto al pensamiento de la sociedad?
Este año el premio del público infantil fue dirigido a un cortometraje de temática gay. Los niños piensan abiertamente, es cuando vamos creciendo que nos van metiendo basura en la cabeza. Los niños no vieron más allá de una historia de amor. Eso es muy bonito.
En Los Ángeles, una de las ediciones se dedicó íntegramente a las mujeres.
No sólo lo hicimos en Los Ángeles, sino que comenzamos en Gran Canaria y lo hemos hecho en todas las sedes. Fuimos el primer festival del mundo que dedicó toda su programación íntegramente a los trabajos realizados por mujeres. Yo cuando era pequeño tenía un referente que era Steven Spielberg, pero me daba cuenta que las niñas no tenían ningún referente por lo que es necesario darle voz a mujeres empoderadas dentro de la industria para crear referentes entre las niñas.