‘Mi Teguise’, selección de crónicas de Leandro Perdomo, se presenta este viernes
La Fundación César Manrique presentará este viernes, 12 de julio, a las 19:00 horas, en su sede de Taro de Tahíche, el libro ‘Mi Teguise’, que recoge una selección de crónicas de Leandro Perdomo realizada por el director de la Fundación César Manrique, Fernando Gómez Aguilera.
El libro, que será presentado por el escritor Emilio González Déniz, recoge textos periodísticos en los que Perdomo construye su aportación al imaginario literario de Teguise, conformado a base de recuerdos, leyendas, personajes singulares, tradiciones familiares y testimonios críticos sobre la acelerada transformación que sufren los hábitos, la sociología y el territorio insular a partir de los años sesenta.
La publicación consiste en 75 crónicas y 10 “andanzas conejeras de Anacleto Rojas” seleccionadas por Gómez Aguilera, especialista en la obra de Leandro Perdomo, de entre toda la producción literaria y periodística que el autor de ‘Lanzarote y yo’ dedica al municipio de Teguise, donde se instaló en 1968 a su regreso de la emigración europea, y donde tenía casa solariega su familia materna. El compendio de crónicas va precedido de un amplio estudio de doscientas páginas ―acompañadas de documentación gráfica―, realizado por Gómez Aguilera, sobre la obra literaria de Leandro Perdomo y, en concreto, sobre su producción centrada en la antigua capital de la isla.
Gallos e hijos ilustres, antepasados y gentes sencillas de virtudes admirables, indianos aventureros, caciques y conventos, filántropos, camelleros y pescadores, jornaleros, menesterosos y gentes pintorescas, desfilan, entre otros, por las páginas de ‘Mi Teguise’, título bajo el que el antólogo ha recogido las crónicas seleccionadas. Todo un cosmos identitario asociado a la respiración de una sociedad rural, noble, bienhumorada y desprovista de sofisticación, se compagina con la percepción y el examen de la actualidad contemporánea en la que se impone el desarrollo de la mano del monocultivo de la industria turística ante la mirada disgustada, crítica y melancólica del escritor.
El autor
Leandro Perdomo Spínola (Arrecife, 1921-Teguise, 1993) nació en el seno de una familia asociada al cultivo de las artes. A finales de 1946 se trasladó a vivir a Las Palmas de Gran Canaria. Allí desempeñó diversas ocupaciones ocasionales mientras comenzaba su carrera literaria vinculada a la bohemia y las páginas de la prensa, donde publicó sus crónicas. En la década de los cincuenta aparecieron sus dos primeros libros: Diez cuentos (1953) y El puerto de la Luz (1955), este último una selección de artículos aparecidos previamente en los periódicos.
Dirigió dos medios impresos: Pronósticos (Arrecife, 1946-Las Palmas de Gran Canaria, 1948) y Volcán (Bruselas, 1963-1968), una publicación periódica dirigida a la colonia española en Bélgica, adonde emigró en 1957 debido a la situación de penuria por la que atravesaba. Durante casi dos años trabajó en muy duras condiciones en las minas de Saint–Quentin y del Goufre, hasta que enfermó de bronquitis crónica.
En el verano de 1968 retornó con su familia a Lanzarote, instalándose en la casa familiar de los Spínola en Teguise. Tras imprimir Nosotros, los emigrantes (1970), a lo largo de la década de los setenta difundió sus artículos en La Provincia, sobre todo, y en Diario de Las Palmas. Recogió parte de ellos en los libros Lanzarote y yo (1974), Desde mi cráter (1976) y Crónicas isleñas (1978).
A partir de 1985 publicó una crónica semanal en Lancelot, donde se hicieron conocidas sus secciones «Desde mi Villa vieja» y «Mi dromedaria». Se mostró atento observador de la realidad local y nacional, en particular de las profundas transformaciones que estaba experimentando Lanzarote, analizadas con desazón y mirada crítica. Al mismo tiempo, escribió abundantes artículos en los que se aferraba a la memoria de una isla en proceso de disipación. Proyectó una suerte de mitología insular de carácter popular a partir de personajes singulares, rasgos morales, símbolos del paisaje y costumbres históricas que dibujan un rico sustrato de antropología cultural.