La investigadora Francesca Fort explicó en una conferencia por qué “Lanzarote está preparada para hacer frente al cambio climático”
“La Malvasía volcánica está preparada para hacer frente al cambio climático, mitigando sus efectos en los viñedos de Lanzarote y también de todo el mundo”, estas palabras pronunciadas por la Doctora en Ciencias Químicas y Biológicas, María Francesca Fort Marsal ayer, en la ponencia impartida dentro del marco de formación que ofrece el programa de la V Semana Malvasía en homenaje al 25º aniversario de la D.O. Vinos de Lanzarote, fueron muy bien acogidas por el público asistente.
A lo largo de la conferencia, las ideas de diversidad varietal y singularidad estuvieron muy presentes tanto en la presentación del primer artículo monográfico internacional sobre varietales canarios después de su publicación en la revista internacional OENO One, como en la presentación del que va a ser su segunda publicación, ahora focalizada en la isla de Lanzarote.
Los asistentes pudieron observar la biodiversidad y genuinidad acaecida en el archipiélago canario y en la Isla de Lanzarote durante 500 y 300 años respectivamente. Han sido períodos en el que las vides se han adaptado, cruzado y seleccionado por nuestros antepasados, incorporando mutaciones desde que fueron introducidas por los primeros frailes mallorquines hasta la actualidad. A partir de estos trabajos podremos decir que Lanzarote aporta a Canarias y al sector vitivinícola mundial nuestra Malvasía volcánica, el Torrontés volcánico, la Uva de año y 28 variedades nuevas, además de la Listán negro que también existe en otras islas. Todas ellas formarán una población genuina y singular respecto, no tan solo a los varietales canarios, sino también a los varietales del resto del mundo.
La Dra. Fort indicó que “el sector vitivinícola lanzaroteño y canario puede y debe aprovechar este potencial de sus variedades para defender el precio, tanto de su materia prima procedente de una viticultura heroica, como de sus caldos”. Continuaba la ponente aseverando que “el consumidor debe conocer la procedencia de lo que está comprando y saber porqué paga más por un vino canario que por otro peninsular”. Sugería al sector vitivinícola que incorporaran dentro de sus estrategias de marketin, este “certificado de singularidad”.
La última mitad de su charla se focalizó en el segundo estudio que actualmente realiza. Ahora se trataría de aportar a la comunidad canaria y mundial una solución que contribuyera a mitigar los efectos del cambio climático. Esta posible estrategia pasaría por profundizar en el estudio de la variabilidad surgida dentro nuestra Malvasía volcánica, a través de la identificación genética de sus clones y variantes.
“Todas sus plantas llevan años adaptándose a unas condiciones, sobretodo climáticas, que le son adversas a Vitis vinifera L. Pluviometrías medias de 150 mm son extremadamente bajas, y sin embargo sus vides sobreviven y perviven ya que están acostumbradas a gestionar con eficiencia la poca agua de la que disponen”.
Con estas palabras “certificaba” la idoneidad de los varietales lanzaroteños, y sobre todo de la Malvasía aromática, como candidatos a resistir las inclemencias del Cambio Climático.
Fort aseveró que Lanzarote se puede convertir en uno de los viveros mundiales que suministren a otras zonas material vegetal resistente al estrés hídrico (a la falta de agua). De esta manera se puede iniciar un comercio de madera a nivel mundial que puede ser real a medio plazo, siempre y cuando se cuente con la financiación adecuada.