Víctor Moreno: “Tengo las mismas incertidumbres y las mismas convicciones, cuando empiezo un proyecto que la primera vez”

La 8ª Muestra de Cine de Lanzarote estuvo durante tres años bajo la dirección del cineasta tinerfeño Víctor Moreno, que en esta ocasión ha acudido al festival como invitado para presentarnos ‘La ciudad oculta’, documental en el que los bajos fondos, el mundo subterráneo y los laberintos oscuros hacen de campo de juegos para la imaginación del espectador.

Después de que durante tres años fueras director de la Muestra de Cine de Lanzarote, ¿cómo estás viviendo desde el otro lado la celebración de esta edición?
De manera estupenda. Veo muy bien a la Muestra, diría incluso que mucho mejor diría. El hecho de que haya cogido las riendas Javier Fuentes, persona muy vinculada a la gestión cultural y que ha dirigido centros de arte, acostumbrado a proyectos cinematográficos desde el ámbito de la gestión, es brillante. Está haciendo un grandísimo trabajo. Todo esto dentro de las limitaciones que tiene la Muestra que bajo mi criterio debería seguir creciendo a nivel presupuestario. Pero el trabajo es impecable.

Esas limitaciones de las que hablas, ¿en qué se notan en el día a día de la Muestra?
De este año no puedo hablar, pero en años anteriores se notaba en la falta de personal. Al final la Muestra se hace con equipo muy pequeño y sería necesario poder contratar a más gente. Creo que sería fundamental. Por otro lado, creo que este año hay más invitados que nunca. Muchos de los directoress se han acercado a la isla desde muchas partes del mundo. Eso es increíble. Es un gran éxito de esta edición.

¿Puede la limitación de presupuesto afectar a la calidad de las películas que se traen?
Para nada, en mis años años no ha sido así. Dentro de la línea de programación las películas siempre han sido accesibles. Igual no se pudo estrenar alguna porque tenía apalabrado otro festival, pero no pasó en muchos casos.

Como decimos, en esta edición has venido a presentar tu último documental ‘La ciudad oculta’, ¿cómo viste la acogida del público que la pudo ver en la Muestra?
Muy buena la verdad. Fue un debate intenso con una sala prácticamente llena. Muy agradecido por esos feedbacks que tuvimos después de la proyección. Parece que la gente se metió bastante de lleno en esta experiencia que propone la película. Es una película muy sensitiva, muy de dejarse llevar. La impresión fue bastante positiva.

¿Que nos podemos encontrar en ‘La ciudad oculta’?
Me gusta definirla como un viaje alucinado a través de un universo muy cercano pero desconocido que es el subsuelo de la ciudad. Un viaje a través de galerías, redes de transporte, alcantarillas, estaciones de servicios. Recorre todo el mundo subterráneo que existe, un lugar conquistado por el hombre a la naturaleza en el que trabaja, transita e incluso habita ese espacio. Es un viaje muy sensorial, muy inmersivo, una película muy de dejarse llevar a través de un lugar.

¿El proceso de creación y realización de este documental también vivió de dejarse llevar o todo estaba muy bien planeado?
Me han sorprendido muchos los debates y coloquios que hemos tenido en el Festival de Sevilla y en el IDFA de Ámsterdam, el más prestigioso de documentales, porque las lecturas sacadas por la gente, a pesar de ser un documental muy abierto a distintas lecturas, tienen bastante que ver con mis intenciones iniciales. Al final yo mismo sí que me he dejado llevar por esa propia pérdida. Primero en el proceso de investigación y de búsqueda de localizaciones, y después en el propio rodaje y en el montaje del documental. Si bien es cierto que ‘La ciudad oculta’ tenía que ser una película muy controlada porque pisar un territorio tan extenso como una ciudad subterránea, que en extensión es igual que la ciudad visible exigía mucho trabajo de investigación. Luego estaba el rodaje: había lugares que solo podíamos acceder dos horas por lo que teníamos que ir directos a lo que necesitábamos. Pero es cierto que en el montaje se vuelve a recuperar esas sensación de pérdida o, como me gusta definirla, de vuelo de una ave a través de ese territorio.

Llama la atención que a pesar de que el tiempo de rodaje fuera tan restringido, los detalles estén cuidados al milímetro tanto que en el Festival de Sevilla se le otorgó el Premio a Mejor Fotografía.
Queríamos hacer una experiencia audiovisual y tanto en imagen como en sonido cuidamos mucho los detalles. Es una película que parte desde la oscuridad del subsuelo y nos parecía bonito como reto empezar a trabajar desde la oscuridad y no desde la luz. En el rodaje todo lo que nos encontrábamos a nuestro alrededor era un desvelamiento: esa luz que aparece, ese sonido que escuchas… Le dedicamos muchísimo trabajo tanto al sonido como a la imagen. Eran nuestras dos obsesiones.

¿Se piensa en cómo va a afectar el aspecto visual al espectador?
Nunca se sabe, pero para mí es fundamental que el espectador se deje llevar por esa experiencia audiovisual. Es una película estrictamente cinematográfica, tiene que entrar en el desarrollo temporal de las imágenes, de los sonidos, de los planos porque ese es el juego que propone. Es una sucesión de hipnosis que te atrapa, también desde lo físico. Jugamos con muchos elementos para proponer este viaje.

Ahora, ¿cuál es el camino del documental?
Está iniciando el camino de festivales, a algunos ya estamos invitados. El estreno en salas está previsto para abril o mayo dentro de una distribución que esperemos que sea lo más grande posible. La película tiene un agente de ventas internacional y ya tiene distribución en Francia.

Desde tus primeros documentales, pasando por ‘Edificio España’, hasta ahora, ¿cómo has visto evolucionar tu trabajo? ¿Te resulta más fácil convencer a otros para realizar los proyectos?
La experiencia te hace conocer cosas inconscientemente, pero cuando empiezas un proyecto nuevo estás casi como la primera vez. Tengo las mismas incertidumbres y dudas, también las mismas convicciones y certezas, cuando empiezo un proyecto que la primera vez. A la hora de involucrar a gente para la financiación nunca se sabe. En 2015, cuando tuve la idea de este documental pensaba que no se iba a lograr hacer, pero la financiación salió rápidamente. Lo hemos podido hacer en tres años, unos tiempos relativamente cortos para el cine español. Como cineasta, creo que he dado un paso más ambicioso en cuanto a las propuestas estéticas de mis anteriores películas. Es un territorio que me gustaría seguir explorando.

¿Cómo ves el nivel cinematográfico de Canarias actualmente?
Muy bueno, los cineastas canarios está haciendo unos trabajos excelentes. Los que hemos visto en la Muestra son ejemplo de ello. A nivel internacional se está viendo la repercusión y eso es bastante bueno. Hay una generación única de cineastas de Canarias que hay que aprovecharla.