Amigos de las etapas de Nueva York, Madrid y Canarias recuerdan a Manrique en la Academia de San Fernando
Artistas y amigos de César Manrique en sus etapas de Madrid, Nueva York y Canarias se reunieron en Madrid, en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, para homenajear de forma auténtica al artistas lanzaroteño.
Se congregaron casi un centenar de personas, en su mayoría artistas, coleccionistas, galeristas, críticos de arte y amigos de Manrique. Por ejemplo, Ginés Liébana (pintor y escritor), Waldo Balart (pintor), Elvireta Escobio (pintora, escritora) y Fernando Castro Borrego (biógrafo de César Manrique y catedrático de Historia del Arte) desgranaron vivencias, recuerdos y anécdotas vividas con el artista de la isla de los volcanes.
El mismo moderador, Alfonso de la Torre, leyó una carta de Manrique a su amigo Pepe Dámaso, en la que éste le relataba la excitante vida que estaba teniendo nada más llegar a Nueva York, con asistencia a numerosas galerías, estudios de artistas (como Andy Warhol) y happenings, de los que contaba a su amigo Dámaso todos los detalles. Elvireta Escobio leyó dos postales de Manrique a su amigo Manolo Millares, llenas de vida y cariño que unía a ambos.
La coordinadora de este encuentro ha sido Carmensa de la Hoz, amiga y colaboradora del pintor y de todos los artistas con los que el genio de Lanzarote colaboró durante su vida en Madrid, Nueva York y Lanzarote.
Uno de los momentos más emotivos de este acto fue la proyección de un documento inédito, un corto de apenas 9 minutos rodado por el arquitecto y también amigo Fernando Higueras, filmado con una cámara que había adquirido días antes, a mediados de los setenta. En esta cinta, aparece el pintor Antonio López y un César Manrique vitalista, lleno de energía, fiel reflejo de su personalidad arrolladora.
Liébana, Waldo Barlat, Manolo Millares, Fernando Higueras fueron testigos de todas las etapas de César y compartieron todo tipo de vivencias en Madrid, Nueva York, Lanzarote, entre otros lugares en los que coincidían con frecuencia. Manrique y Waldo Balart se conocieron en la Costa Azul (Francia), ambos estuvieron en Gran Canaria y Lanzarote y fue Balart quien acogió al canario en Nueva York y quien le presentó a Warhol. Liébana ya acudía a casa de César Manrique desde mediados de los cincuenta y siempre estuvieron en contacto permanente.