El descubrimiento de diez cuerpos confirman la existencia de un nuevo cementerio en San Marcial de Rubicón
El yacimiento de San Marcial de Rubicón en Yaiza (Lanzarote) sigue deparando sorpresas tras un mes de intervenciones arqueológicas dentro de la segunda fase del convenio entre el Gobierno de Canarias, el Ayuntamiento de Yaiza, la Universidad de La Laguna y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. A pocos días de finalizar la campaña de excavaciones, el equipo multidisciplinar ha localizado ya una decena de individuos con una cierta organización dentro de la denominada zona de enterramientos por lo que se confirma que se trata de una nueva necrópolis.
Entre los restos óseos localizados destacan tres bebés y un infante que plantean algunos interrogantes sobre su procedencia, si son europeos, majos o mestizos, puesto que este enclave es el escenario de los primeros contactos entre la cultura europea y la cultura indígena de Canarias.
Para resolver estas dudas, entre otras, los diez cuerpos serán sometidos a una prueba de Carbono 14 para obtener una datación aproximada de su edad, a estudios de isótopos estables para conocer su dieta y también a un análisis de ADN para esclarecer su procedencia. En el caso de que se confirme que los cuerpos infantiles tienen ascendencia aborigen y europea, se trataría de los primeros mestizos documentados de Canarias.
Cabe recordar que San Marcial de Rubicón, ubicado en Yaiza, es un enclave arqueológico de alto nivel científico y patrimonial ya que desde aquí se inicia el proceso de exploración y conquista del archipiélago canario en el siglo XV. Esta empresa supuso la construcción de elementos arquitectónicos que se vienen descubriendo en los últimos años como una torre-fortaleza, una iglesia, unos pozos, tal y como indica la crónica ‘Le Canarien’, así como otras estructuras y elementos materiales relacionados con el asentamiento y la convivencia entre las dos poblaciones.
Necrópolis indígena o cristiana
Las directoras de la excavación arqueológica, María del Cristo González y Esther Chávez, barajan varias hipótesis sobre este segundo cementerio hallado en una zona que a priori no contemplaban “porque el camposanto ya documentado estaba en torno a la iglesia, por tanto ahora tenemos que comprobar si esta nueva necrópolis esta asociada a un recinto sagrado”, explicó Chávez.
En lo que se refiere a la zona de enterramiento per se deja abierta varias posibilidades, por un lado, de tratarse de un cementerio no cristiano, este espacio se convertiría en una necrópolis indígena “aunque otra opción más probable es que se trate de aborígenes cristianizados porque se aprecia un ritual de estas características religiosas”, contempló Chávez.
Por otro lado, en caso de tratarse de un cementerio cristiano, podría ser un cementerio provisional que requirió la edificación de un eventual recinto religioso de menor envergadura y que, presumiblemente, fue sustituido por otro en el lugar donde hoy se afirma que se encontraba la iglesia-catedral.
Para Chávez, “es muy importante el hallazgo de estas nuevas tumbas porque ya podemos entrar en contacto con las personas que vivieron aquí en el siglo XV”. De hecho, uno de los cuerpos ya fue datado durante la anterior campaña de excavaciones y dio una fecha entre principios y mediados del siglo XV, aunque todavía se espera otra prueba para ajustar la edad obtenida.
Nuevas estructuras europeas
Las tumbas “son unos hallazgos que son significativos porque aportan mucha información pero igual de importantes que los muros de tapial o la cerámicas o las monedas con la contramarca de Jean de Bethencourt”, dejó claro Rodríguez.
En esta línea, el equipo de investigación también ha abierto un sondeo en una zona donde se ha localizado un “edificio con dos habitaciones realizado mediante técnicas europeas, por un lado, hay un muro de tapial y por otro lado, mampostería”, aclaró Chávez. En este contexto arqueológico “se ha recuperado tanto cerámica colonial como cerámica indígena, algo muy común en este yacimiento, también ha aparecido un cuchillo de cocina y restos de un hogar así que se trata de un espacio de hábitat”, explicó.
El ‘Proyecto Rubicón’ cierra la campaña con hallazgos prometedores que pueden suponer un cambio de paradigma dentro de la arqueología e historia de Lanzarote. Tras esta cuarta excavación arqueológica, los materiales recuperados pasarán a ser estudiados en el Laboratorio de Arqueología y Prehistoria de la Universidad de La Laguna y a partir de 2024 se llevarán a cabo los sondeos subacuáticos para investigar la costa del sur de Lanzarote.