El documental ‘Tras lo pasos perdidos’, protagonizado por Juan Gopar y Santiago Alemán, se emitirá este miércoles en La2
Los artistas lanzaroteños Juan Gopar y Santiago Alemán son los protagonistas del cortometraje Tras los pasos perdidos, un trabajo de 20 minutos con guion de la periodista Concha de Ganzo y patrocinada por los Centros de Arte, Cultura y Turismo, que se podrá disfrutar mañana miércoles, 27 de septiembre, a partir de las 20.00 horas, por la 2 de Televisión Española.
Tras los pasos perdidos es un recorrido emotivo y cautivador por los lugares que han marcado las vidas de estos dos artistas lanzaroteños, como las casas de sus abuelos, la de Gopar en el Charco de San Ginés y la de Alemán en Conil. Con un lenguaje envolvente y unas imágenes aéreas espectaculares sobre espacios como el Charco, la casa de las hermanas Cruz, en Teseguite, y el valle de Manguia, en Los Valles, se hilvana un relato con la súplica de evitar que se pierdan estos tesoros etnográficos.
Hay que destacar la intervención en este cortometraje de la profesora de arte Dolores González, que nos acerca a la historia de la casona de sus abuelos en Yaiza. La cinta cuenta con música de Samuel Aguilar y la inconfundible voz de Fabiola Socas. El grupo de teatro de Teguise, además, aporta imágenes fundamentales en este trabajo.
Tras los pasos perdidos se había planteado como el intento de mostrar la realidad de unos espacios, de unos parajes ocultos, en ocasiones desdibujados, en las que perviven viviendas de gran belleza, una belleza desolada y marchita, que sigue sorprendiendo a lo largo de la geografía de Lanzarote y en la que se esconde parte de la historia de la isla. Y en este viaje a pasos lentos se contaba con la aportación y la mirada de dos grandes artistas lanzaroteños: Santiago Alemán y Juan Gopar. Sus voces, distintas, a veces contrapuestas, dos maneras diferentes de ejercer y manifestar lo que se entiende como arte en un concepto amplio y poético.
Las reflexiones de Alemán y Gopar sobre el paisaje, las construcciones que iban más allá de las estructuras, de los cimientos, de los elementos cercanos con los que levantar esas edificaciones formarían parte esencial de este relato. Y, de pronto, sucede lo inesperado: los dos artistas se despojan de sus cortafuegos y con gran generosidad muestran ese lado de la historia más desconocido y secreto, lejos de las miradas de los otros. Y así aparecen las vivencias personales de unos niños que son quienes son por todo lo que aprendieron, saborearon, temieron y soñaron en casa de sus abuelos.
La familia Díaz Borges
En este viaje a través de las palabras y las pinceladas de Gopar y Alemán se ha querido contar con una tercera voz, Dolores González Borges, profesora de Historia del Arte.
La casa de sus abuelos en Yaiza, la casa de los Díaz Borges, merece un punto y aparte, una llamada de atención por lo que representa una construcción tan prodigiosa. Desde la pena que supone visitar uno de los conjuntos arquitectónicos más completos de Lanzarote lanza una queja que parece súplica. La necesidad de contar con un trabajo serio sobre el patrimonio de la isla para que estas viviendas y sus historias no se mueran al desaparecer los mayores que aún puedan contar algo de esa memoria que se escapa.
Hay casas y lugares con tanta historia que terminan por caer. Al principio sólo se ven fisuras, huecos profundos. Después se resquebrajan y sucumben. En esta muerte lenta ayuda el tiempo, la desidia y, en ocasiones, el porvenir: esa otra forma de mirar a ese mundo que se marchita y que sólo volverá a la vida cuando el espacio que ocupa se convierta en apetecible