El niño de la Bienal Off cuenta los días para su desaparación
Arrecife no es una ciudad a la que le sobren los símbolos, ni mucho menos los elementos artísticos. Sin embargo, fruto de la Bienal Off 2009 que se celebró en la capital hace más de doce años, vivía impertérrita la figura de un niño.
Concretamente en la calle Almirante Boado Endieza que linda con la Avenida Fred Olsen frente a la playa de El Reducto, este tatuado niño ha visto pasar la última década, pandemia mediante, convirtiéndose en punto de referencia para muchas personas en sus paseos por Arrecife. De hecho, también ha observado de cerca grandes espectáculos musicales, como los conciertos de Arrecife en Vivo o los celebrados en la playa por la celebración del centenario de César Manrique.
Ahora bien, la mirada de este infante comienza su cuenta atrás porque ha comenzado a construirse en el solar que lo cobija un edificio de seis plantas que tapiará por completo la visión para los viandantes que acostumbraban a verlo diariamente.
Sin duda, Arrecife perderá un icono que parecía que había llegado para quedarse. La construcción -muchos afirman que el progreso- borrará su mirada obligando a los amantes de la expresión artística callejera a buscar otro lugar al que mirar.