Estefanía Camejo: “Consumimos y nos beneficiamos del arte aunque no lo creamos”
El mundo del Arte, desde que existe, ha ido conglomerando una serie de periodos, épocas y conceptos que son difícilmente aglutinables en una sola conferencia. Sin embargo, la lucha de Estefanía Camejo (Historiadora del Arte, gestora cultural y docente de la UNED impartiendo la asignatura “Historia del Arte a través de las ciudades y sus musesos”) es la de aproximar el arte a aquellas personas que creen que el mismo arte no tiene incidencia en su vida diaria. Una de las formas de lograrlo es con la conferencia que impartirá el jueves 27 de diciembre a las 19:00 horas en el CIC El Almacén que lleva por titulo ‘¿Para qué el Arte?
Hay que comenzar con la pregunta que da nombre a la conferencia ¿Para qué el arte?
Es una conferencia sencilla y compleja a partes iguales. Lo que tiene de especial esta conferencia es que no va dirigida ni a los expertos ni a los amantes del arte. Esta orientada a gente que no tenga muy claro qué se mueve en el mundo del Arte. Me pasa mucho que hay gente que no entiende qué es mi profesión ni a qué se dedican los artistas, no entienden las exposiciones cuando van a visitarlas, tampoco conocen los espacios expositivos que existen en la isla… Hay un gran desconocimiento del mundo del arte y del sector cultural en general por parte de un parte de la población y esta conferencia va dirigida a ellos.
Entonces, ¿cómo definirías a tu profesión?
Es ser la persona encargada de toda la gestión de una exposición, desde el punto de vista teórico y del práctico. Hay que escoger el discurso de la exposición, seleccionar a los artistas y las obras, hay que realizar el montaje y encargarse de la difusión, como por ejemplo, con visitas guiadas.
¿Cómo intentas aproximarte a este sector de la población al que diriges la conferencia?
Les explico para qué sirve el arte, por qué lo necesitamos en nuestra sociedad, por qué necesitamos a los artistas y cómo ayuda el arte a que esta sociedad evolucione y sea como es.
El arte, a pesar de no ser necesario para la vida, es muy importante para mejorar a la propia vida. A veces parece que existe un distanciamiento entre el público que ni siquiera se da la oportunidad de conocer el arte.
Muchas veces pensamos en Arte y lo que nos viene a la cabeza es una sola obra de arte: pensamos en un cuadro o en un escultura. Si pensamos solo en los objetos nuestra vida puede desarrollarse tranquilamente sin el arte. Lo que pongo de manifiesto en esta conferencia es que el arte está presente en muchos más ámbitos de nuestra vida de los que pensamos. Nosotros consumimos arte aunque no lo creamos. Y también nos beneficiamos del arte aunque no lo sepamos. Hay muchos ejemplos sobre la asociación entre arte con movimientos sociales, con la educación, en las redes sociales. Está en todos lados lo que no lo apreciamos como tal.
Muchas de las vanguardias artísticas se presentaban ante el público con un manifiesto que iba más allá que la propia expresión plásticos, sino que hablaban de cómo atacar la sociedad.
Cómo comunicarse con la sociedad. El arte es un lenguaje que sirve para comunicarse. No puede estar fuera de la sociedad. Está en nosotros, lo utilizamos a diario y no nos damos cuenta. Quiero que las personas que vengan a escuchar la conferencia se den cuenta de que el arte está en muchos ámbitos de la vida. Está en nuestra cotidianeidad y es importante.
¿Un ejemplo de arte en el día a día?
Te voy a dar uno que no doy en la conferencia. A una residencia de mayores fueronde visita alumnos de instituto para hacer unas actuaciones antes los usuarios de la residencia. Algunos cantaban, otros bailaban y otros hicieron una obra de teatro. El arte estaba sirviendo para hacer comunicar a dos grupos sociales que en principio no sería fácil que entraran en contacto: un grupo de personas de 15 años con otro de personas mayores de 70 años. A través del arte pasaron una tarde estupenda y cada uno aprendió de los otros y ni siquiera ellos se estaban dando cuenta de lo que estaban haciendo a través del arte.
Hay quién hace arte y le saca provecho y hay quién es un aprovechado del arte. Existe la visión, a veces generalizada, de que el arte contemporáneo es solo para quién dice entenderlo y qu muchas de las obras se ríen del público.
Buen arte y mal arte ha existido siempre. Hay obras que sí que merecen ese pensamiento y después hay otras que no tienen tanta calidad o que no consiguen tener un discurso solido. A muchas personas les gusta el arte porque al contemplar obras éstas les generan un cierto estado de ánimo; hay otras personas que buscan que una obra de arte les remueva; otras personas buscan que les enseñe algo. Al existir diferentes tipos de público, existen diferentes obras de arte. Hay un público que piensa que esas obras de arte que difieren de lo que ellos buscan ya no son buenas y así sucede dentro de cada uno de estos grupos. La creencia de que cómo no me da lo que busco ya es mala. Realmente no es mala, es que no se ajusta a ciertos intereses. Aunque insisto, hay cosas mejores y cosas peores. No se debe juzgar solo por cuestión de gusto.
En el arte contemporáneo se ha superado el triunvirato entre pintura, escultura y arquitectura. Ahora el arte es mucho más multidisciplinar. ¿Esto se entiende?
Creo que cada vez estamos más familiarizados con este tipo de actuaciones como pueden ser las actuaciones performativas o las actuaciones sobre un espacio público. Es algo a tener en cuenta, la obra de arte es cada más multidisciplinar, por eso muchas veces no la distinguimos como tal. El arte está en más lugares de los que creemos. El gran avance del Siglo XXI ha sido que ahora no existe un discurso cerrado al que tengan que atenerse los artistas. Ahora el artista decide qué debe crear y qué no. El resultado son obras mucho más ricas que pueden hacer que a veces el espectador se quede en fuera de juego. Aquí surge la necesidad de formarnos porque el contexto es indispensable. Por eso intento siempre, como comisaria, generar visitas guiadas en cada exposición porque en el contexto está la clave.
En ocasiones, la explicación de una obra puede incluso distanciar más al espectador de la misma. ¿Es esto malo?
El espectador está en todo su derecho de que no le guste algo. No tiene que gustarnos todo. Los artistas son personas, como nosotros, que hacen obras de arte que parten de sí mismos. Igual que nosotros no podemos gustarle a todos, tampoco nos tienen por qué gustar todas las obras de arte.