‘La casona maldita del puerto’ vuelve a Arrecife para celebrar la Noche de los finaos
El Ayuntamiento de Arrecife, a través de la Concejalía de Turismo, trae un año más a la Recova Municipal “El acuerdo”, la tercera representación teatral de la productora Trama2 dentro del proyecto “La casona maldita del puerto” y en el ánimo de celebrar con los vecinos de Arrecife la ‘Noche de los finaos’.
“La casona maldita del puerto” es un espectáculo que pretende mantener viva una tradición que se desarrollaba en muchos lugares del archipiélago y que se convertía en una fiesta popular canaria para honrar a los difuntos, los finaos. Se celebraba en la noche del 1 al 2 de noviembre, pero con el tiempo se ha ido adaptando a la noche del 31 por la festividad del Día de Todos los Santos.
“El acuerdo” se representará el domingo 31 de octubre y el lunes 1 de noviembre en doble sesión a las 19.30 horas y a las 20.30 horas. La entrada es gratuita en todas las sesiones y las invitaciones se pueden recoger desde este martes 26 de octubre en la Oficina de Información Turística de la Casa de la Cultura. El aforo es de 82 personas en cada una de las 4 sesiones.
Este es el tercer año consecutivo del proyecto “La casona maldita del puerto”, y en esta ocasión “El acuerdo”, que narra las historias que se contaban en la noche de los finaos, adquiere un “tono más de comedia”, según apunta el director de la obra, Salvador Leal.
Este año el espectáculo “empieza en la calle, donde la Cofradía de Finaos del Puerto dará la bienvenida a los espectadores que llegan a la Recova Municipal, escenificada para la ocasión como una casona antigua imaginaria ubicada en La Puntilla, en la que se reunía la familia para contar historias de los que ya habían fallecido”, según Salvador Leal, director y autor de la obra.
Los niños tocaban en las puertas y preguntaban: ¿Hay santos? La respuesta era sí y los adultos entregaban los frutos secos a los chinijos que volvían a sus casas contentos por tener sus talegas llenas. Por la tarde se reunían las familias para recordar a los difuntos, a los finaos, se contaban anécdotas y se compartía la comida y los frutos de la temporada.
Ese día se asaban castañas, a los higos pasaos se les introducía una almendra y la noche se convertía en una fiesta en la que se preparaban platos especiales, se acompañaba con ron miel y se daba rienda suelta a las charlas sobre los finaos, que podían ser familiares, vecinos o conocidos.