> Un raro del arte
La decimoquinta edición del Festival de Música Visual de Lanzarote encontró un hueco dentro de su completa agenda de conciertos para hablar de música a través de las imágenes con la muestra del documental ‘Oleg y las raras artes’ del director venezolano, pero afincando en España, Andrés Duque.
El director quedó prendado de la música que un día escuchó al ver una película de la cineasta ucraniana Kira Muratova. Rápidamente, buscó quién la había compuesto y descubrió en un vídeo de YouTube a un hombre improvisando con una bolsa negra en la cabeza cegándole la mirada. Así Duque decidió ir a San Petersburgo para conocer al enigmático Oleg Nikolaevich Karavaichuk, donde debió esperar un mes hasta ganarse la confianza del músico.
En el momento de la grabación, Oleg contaba con 89 años (falleció en junio de este año) y la imagen que presentaba ante la cámara no deja presagiar ni por asomo un atisbo de genialidad musical. Cuerpo exiguo y encorvado, pantalón de chándal y pelo cortado a tazón. Sin embargo, entre sus barrocos discursos que derivan entre reconocer a Catalina la Grande como el único amor de su vida hasta sentirse el guardián del piano del Zar Nicolás II, sus manos fluyen entre las teclas blancas y negras, improvisando por supuesto, para darnos aviso de su maestría.
Oleg nació en el año 1927 y muy pronto se convirtió en un niño prodigio llegando a tocar habitualmente para Stalin. Después de ser alumno del Conservatorio de Leningrado, escribió música para teatro y cine convirtiendo su excéntrica personalidad en un lugar común de la cultura rusa.